A mediados del siglo XVIII el ingeniero húngaro Wolfgang von Kempelen construyó una máquina que jugaba al ajedrez de manera autónoma. No solo eso, dicho mecanismo era capaz de ganar a los mejores jugadores de su tiempo utilizando imaginativas estrategias y un juego de altísimo nivel
El dispositivo era de lo más variopinto, una figura de un turco (gran potencia de la época en constante combate con las naciones europeas) de tamaño natural sentado ante una caja de 120 cm de largo por 80 cm de alto sobre la que estaba colocado un tablero de ajedrez. El torso del turco era articulado y de manera automática hacía los movimientos de las piezas sobre el tablero utilizando sus propios brazos.
El mecanismo se hizo muy famoso en su época, invitado a los círculos de poder la máquina y su creador se codearon con la realeza de la época. Reyes y líderes militares jugaron contra el infiel mecánico, Napoleón Bonaparte, el emperador Jose II o la zarina Catalina II no fueron rivales para el turco. Es muy conocida la derrota del emperador Napoleón, después de su tercera partida perdida este perdió el dominio de sí mismo y barrió de un golpe todas las piezas del tablero. Lo que el general no sabía era que se estaba enfrentando con el famoso campeón austríaco de ajedrez Johann Allgaier.
En efecto y como cabe suponer la máquina escondía dentro a un ser humano encargado de guiar los movimientos del turco sobre el tablero. Aunque quizás hoy día nos parezca increíble como se pudo haber engañado a la gente de esta manera debemos recordar que la magia y el ilusionismo aún tienen cabida en nuestro mundo y que día a día se descubren fraudes que nos escandalizan por lo evidente.
Kempelen antes de cada partida mostraba el interior del cuerpo del ajedrecista, las poleas y engranajes que movían los miembros de la figura. Además abría la caja que hacía de mesa y sacaba a la luz un complicado juego de mecanismos que supuestamente eran los encargados de dotar de pensamiento a la máquina. Como cualquier ilusionista de hoy día que hace aparecer bellas señoritas de un baúl vacío la máquina contaba con un doble fondo en el que se alojaba, no sin una gran incomodidad, el experto en ajedrez que realmente movía las extremidades de la figura.
De esta manera el ingeniero Kempelen y su “máquina” cobraron gran notoriedad y amasaron una importante fortuna engañando a un público ávido de lo que los nuevos avances científicos era capaz de darle. Sin duda alguna el señor Kempelen era un experto vendedor de humo que hubiera encajado bien en cualquier puesto ejecutivo de una multinacional hoy en día. Contando con la credulidad innata de la gente y las ganas de ser engañados que muchas veces tenemos una simple caja con un experto en ajedrez escondido dentro se hizo pasar por un asombroso sistema autónomo capaz de derrotar a los más grandes del imperio por aquellos años.
Genial anotación, me ha encantado la historia
Qué curioso, no lo sabía. Un 10 por Kempelen!.
Incluso hoy en día todavía hay gente que sigue cayendo en el timo de la estampita…
Hey, ¡los Microsiervos se han hecho eco de vuestro descubrimiento! :íž
http://www.microsiervos.com/archivo/juegos-y-diversion/el-turco-ajedrez.html
Gran entrada, como siempre 🙂
La primera vez que oi hablar de esta maquina fue en el programa de Radio de Alejandro Dolina. Aqui está la historia del turco Ajedrecista contada por Dolina. Me encanta: http://www.podcastdirectory.com/podshows/1256846
cualquiera que haya estudiado automatas o informatica conoce esta historia. Aparte hay muchas otras parecidas…
Otra curiosa era la del pato que comia pienso, lo digeria y «cagaba»
Aah, le Canard Digérateur, bonito diseño también
Y como hacia el austriaco para saber que piezas movia napoleón? quien se lo decia? como lo veia?
Es posible saber los movimientos si cada pieza va determinada por una presion distinta sobre el tablero, pero la maquina deberia ser gigantesca. Por cierto, veo BOMBILLAS en la maquina del siglo 18 y si jugó Napoleón estamos hablando a principios de ese siglo…
Según un libro que he leido las piezas tenían un iman en su base. El tablero por dentro de la caja tenía una serie de arandelas que se movían al poner una pieza encima atraida por el iman. La persona del interior anotaba el movimiento realizado (movimiento de dos arandelas) y lo replicaba en su propio tablero dentro de la caja.
Excelente artículo, enhorabuena
Kempelen no tenía la intención de timar o engañar a la gente. Era un ingeniero que le gustaba inventar artefactos mecánicos, pero no soportaba la fama que había adquirido el Turco (por sobre sus otras invenciones) y cansado lo desmanteló en un principio y lo vendió finalmente.
como lo descubrieron?????????
la historia yo la conoci en 1999 en el programa de alejandro dolina.la narro con mucho humor por cierto .estubn buena
Según Robert lí¶hr, autor de «La máquina de Ajedrez» fue el frances Jaques-Franí§ois Mouret el primer jugador que reveló el secreto de la máquina de ajedrez. El último cerebro de la máquina fue Wilhelm Schlumberger
Muy Buena notacion, gracias por compartir