DVD: «El sonido del trueno»

Pues la cosa no tenía mala pinta: una peli de ciencia-ficción dirigida por el
siempre correcto Peter Hyams («2010: Odisea dos»), basada en un relato corto de
Ray Bradbury («Farenheit 451») y con actores conocidos (Ben Kingsley, ….) pero…
Madre mía que desastre: el guión es previsible, lleno de tópicos y con unos personajes con los que no se llega a simpatizar nunca. Y de los «efectos» especiales es mejor no hablar: cutres, pero cutres de verdad. Cuando los protagonistas pasean por la ciudad futurista se nota que están sobre una cinta, los decorados cantan cosa mala y las animaciones por ordenador parecen de principios de los 80: desde luego, la ambientación no se parece a la de «Blade Runner», no.
El argumento no es malo: una empresa que se dedica a organizar safaris para que millonarios ansiosos de nuevas experiencias cacen al depredador definitivo, un tiranosaurus rex. Todo ello bajo la «atenta» supervisión de una agencia federal creada exclusivamente para impedir malos usos de la nueva tecnología que permite los viajes en el tiempo y de un cientíco (el protagonista principal) que pretende usarla para conseguir muestras de ADN con la que clonar animales extintos por culpa de la intervención humana.
Sin embargo, la película fracasa en sus aspiraciones. Aunque lo mejor de todo llega a 10 minutos del final: para arreglar el desbarajuste temporal que se organiza en una de esas cacerías, y ante la destrucción de la máquina original, la creadora del invento decide utilizar un acelerador de partículas y transformarlo en una máquina del tiempo «gracias al software adecuado».
Si Feynman levantara la cabeza…