Vidas digitalizadas

Cada vez es más y más la información sobre nuestras vidas que almacenamos en la red.

Es una situación a la que se llega casi sin darse cuenta. En el momento en el que uno necesita moverse bastante, acaba no disponiendo de un PC propio. Los portátiles (y sus baterías) acaban siendo un engorro, y las aplicaciones portables no parecen una solución muy buena. Así que uno va optando por sentirse en cualquier PC como en el de su propia casa, a través de servicios de Internet. Sin necesidad de dispositivos externos como memorias USB.

Se empieza probablemente almacenando los sitios favoritos en la red. Se echa en falta tener la lista de tus marcadores en cualquier PC, y así acabas con una cuenta de del.icio.us.

En lugar de tener álbumes de fotos, en DVD o en papel, ¿por qué no subir todas tus fotos a Internet?. Así, además de estar accesibles en todo momento, podemos enviarlas a nuestros amigos para que compartan nuestros mejores momentos. Además de evitarles interminables sesiones de diapositivas (digitales o no). Flickr acude al rescate. Nuestra vida en imágenes ordenada con preciosos tags. No sólo eso, sino que fotos realizadas con tu teléfono móvil pueden ser enviadas directa e instantáneamente a estas cuentas.

Cuando uno está trabajando se echa de menos poder escuchar un poco de música para pasar el rato. Al final, se acaba prescindiendo de reproductores MP3, o de colecciones de música en discos duros externos o DVDs. Las radios por internet, de todo tipo de estilos, son una solución perfecta.

Según se va avanzando en la digitalización, se tropieza con los blogs. En lugar del ya tradicional diario, y de las cartas (o los correos electrónicos) a los familiares y amigos contándo tus aventuras, todo eso se auna y se empiza a escribir en un blog (o audioblog… o videoblog… dependerá del nivel de ego del sujeto). Lugar donde relatar tus historias para no dormir, para conservar tus pequeños recuerdos, y ya de paso, compartirlos con tus amigos y con el mundo entero en general. Así no tendrás que contar una y otra vez la misma historia tomando unas cañas.

La nuevas incorporaciones a este proceso son las aplicaciones online. Servicios como Google Docs puede almacenar todavía más información accesible desde cualquier lugar del mundo… y en tu idioma.

En estos documentos puedes guardar cosas tan cotidianas como listas de la compra, o personales como tu currículum.

En las hojas de cálculo almacenas los gastos del mes, las cuentas para las vacaciones, etc.

En el calendario, además de las vacaciones y las fiestas (primordial), almacenas los cumpleaños de familiares y amigos, fechas señaladas, regalos, etc. Esto en el calendario personal, porque además dispones de otro calendario de trabajo en el que apuntas las reuniones, los viajes y las fechas en las que tienes que entregar documentos.

Los contactos también están guardados, con tus compañeros de universidad, los del trabajo, familiares, con direcciones, teléfonos…

También en ese sistema se puede incluir la banca por internet, aunque no sea tan geek como el resto de aplicaciones. No referido a las operaciones que admiten los bancos tradicionales, sino a la nueva aparición de los bancos que operan totalmente desde internet, sin sucursales, lo que interesa a un gran número de usuarios.

En resumen: páginas favoritas, fotos, documentos, diarios, contactos, calendarios, música, dinero… todos tus quehaceres diarios, toda tu vida entera accesible desde cualquier parte. No es una situación hipotética, es tan real… como la vida misma… aunque sea digitalizada.

Toca abordar el comprometido tema de la seguridad de los datos. ¿Cómo podemos estar seguros de la inviolabilidad de la información que almacenamos en la red?. Prácticamente imposible. ¿Qué es más probable? ¿Que un supercracker se haga con el control de nuestro sistema y nos capture toda la información?… ¿O que la empresa que retiene los datos los "filtre" a su antojo?. Nos enfrentamos a uno de los inconvenientes más serios de este sistema de almacenar la información.

Este es el principio de uno de los posibles futuros que nos espera: ¿Llevaremos toda la información en minúsculos dispositivos casi implantados en el cuerpo, o accederemos a nuestros datos almacenados en la red a través de un terminal estándar?. Como siempre que se intentan hacer previsiones a largo plazo, no será ni una cosa ni la otra, sino algo distinto y con una tecnología nueva.