El edificio del Technopark de Zí¼rich merece un artículo en si mismo, por ser uno de los lugares más geeks que conozco (basta decir que las salas de reuniones llevan los nombres de lenguajes de programación). Pero esta vez sólo me centraré en uno de los elementos que forman parte de su «decorado»: el reloj partime.
Desarrollado por la empresa del mismo nombre, tiene una belleza que sólo un geek puede apreciar, y parece ser que, para algunos falsos «techies» , supone un reto descubrir la hora que marca. El concepto es de una sencillez absoluta, y tras unos días observándolo, sorprende la facilidad con la que el cerebro es capaz de asociar una imagen a una hora determinada.
Como ya decía el viejo chiste, sólo hay 10 clases de personas, las que lo odian (por salirse de lo convencional), y las que lo adoran. ¿De qué lado estás?
Pues aunque a primera vista me ha recordado al emblema de BMW, he de decir que estoy del lado de los adoradores de Sat… digo… que sí, que me mola 🙂
El reloj ta chulo.
Aunque, geek lo que se dice GEEK, no es…
O al menos a mi me parece.
Otra cosa hubiera sido si los números estuvieran en hex xDDD