El apagón europeo

A las 22.10 de ayer sábado se produjo un fallo grave en el suministro europeo, originado por un fallo en la red alemana. El problema afectó a Alemania, Francia, Italia, Portugal y España. Parece un poco extraño eso de que un fallo en la red eléctrica de Alemania pueda extenderse a otros países, como si fueran fichas de dominó, así que vamos a tratar de explicar un poco el funcionamiento de los sistemas de transmisión de energía.

Una de las características fundamentales del sistema de transmisión de energía eléctrica es que el consumo y la generación son iguales en todo momento. Es un concepto que hay que tener muy claro, y algo difícil de entender en un primer momento. Es decir: si sobra la energía generada, no se puede poner un cable al mar y tirar allí lo que sobra. Lo mismo sucede si hay mucha demanda, si se conectan un montón de aires acondicionados por ejemplo, no se sirve energía a los que se pueda y los demás no funcionan. El consumo y la generación instantánea es igual en todo momento.

Esto quiere decir por ejemplo, que en el mismo momento en el que una fábrica enorme arranca, como Arcelor, arranca también una central eléctrica que generará exactamente la energía que necesita. Es decir, las fábricas importantes avisan de sus conexiones y desconexiones a Red Eléctrica de España, que es la empresa encargada de gestionar todo el consumo de energía. Por eso, cada día se planea la generación del día siguiente, hora por hora, y luego se ajusta a cada minuto. No es tan crítico como puede parecer. La red puede absorber unas pequeñas discrepancias entre generación y consumo. Es por esto por lo que no necesitamos avisar a nuestra compañía eléctrica de cúando vamos a encender la tele. La demanda en tiempo real (mejor cada 3 minutos) se puede ver desde la página de Red Eléctrica de España.

Pero cuando el fallo es severo, el problema es muy grave. Esto es lo que ha sucedido en Alemania la noche del sábado. Según la compañia E.On, a las 10 de la noche procedieron a cortar el suministro en una línea de muy alta tensión (400kV) que cruza el río Ems, para permitir que un barco de importantes dimensiones pasara sin peligro. Esto, que debería haber sido una operación rutinaria se ha convertido en el mayor fallo eléctrico europeo de las últimas décadas. De repente, una de las centrales de generación se queda aislada del sistema, lo que provoca una tremenda diferencia entre el consumo y la generación. Al haber mucho más consumo que generación, la frecuencia de la red cae. Las centrales de generación de energía son muy críticas, y no se puede permitir fallos en ellas, por lo que deben ser protegidas a toda costa. Para igualar el consumo a la generación se hace un deslastre de cargas, termino técnico para decir que se corta la electricidad a dolor. Si no se hiciera esto, el fallo se propaga en cadena, formando un auténtico desaste. Cada vez hay más diferencia entre generación y consumo, las centrales se desconectan para protegerse de su destrucción, más diferencia, protecciones automáticas saltando por todos los lados y nos podemos encontrar ante un cero europeo, que según creo nunca se ha dado en la histora. Esta es la ocasión en la que sin duda alguna nos hemos encontrado más cerca de ello. Un cero es como se denomina a este tipo de fallos masivos de la red, aunque los periodistas se empeñen en llamarlos blackouts… y no estemos en Gran Bretaña. Por suerte, las protecciones están para algo, y los operadores del sistema consiguieron solucionar el problema en 90 minutos. Un tiempo muy respetable si se tiene en cuenta que no existe un organismo europeo centralizado que controle el tráfico de la red.

En España se tuvieron que desconectar la central de Arcos de la Frontera, de 480MW, 2800MW de diversos parques eólicos y la interconexión con Marruecos, según Red Eléctrica de España.