La noticia ha salpicado la red durante las últimas semanas: Google ha comprado Nest, el fabricante de termostatos y detectores de humo «inteligentes» y que dada la reacción del mercado con respecto a las acciones de una empresa que NO cotiza en bolsa, quizás debería de considerar el empezar a crear sistemas «inteligentes» para inversores…
Sin embargo, el hecho de que Nest haya pasado a formar parte de Google, ha dejado un sabor agridulce a muchos de nosotros que seguimos de cerca el mundo de la tecnología. De algún modo, es como si Google nos hubiera robado un futuro mejor.
Una de las mayores precupaciones es qué va a pasar con todos esos datos que Nest acumula sobre los usuarios de su hardware. ¿Os imagináis un futuro cercano donde Google pueda usar todos esos datos con unos fines menos «altruistas» que ahorrar energía y salvar vidas?
Es paradójico ver ahora la entrevista con Tony Fadell, CEO y cofundador de Nest, en Le Web 2013 donde juraba y perjuraba (un mes antes de la venta) que la privacidad de sus usuarios era una parte fundamental de la política de empresa de Nest… ¡El tiempo dirá!